Como el interés tiene pies, Josefina Rodríguez y Antonio Martínez Velázquez fueron despedidos con todo y una ceremonia que incluyó la presentación de sus sucesores en las Secretarías de Turismo y Cultura, ambos se integrarán al gobierno de Claudia Sheinbaum y por tanto les dieron la oportunidad de despedirse ¡a lo grande!, sus palabras, casi nos arrancan lágrimas (sarcasmo).
Pero mientras al par les organizaron fiesta, otros salieron por la puerta de atrás, sin pena ni gloria, como en el caso de Rufino Mendieta quien fue removido de la Consejería Jurídica para poner al ex diputado Rubén Terán, tristemente recordado como coordinador de Morena y presidente de la JCCP, sacado en el primer año por su pésima operación política.
Otro que salió sin honores fue Miguel Piedras del Instituto Tlaxcalteca de Infraestructura Física Educativa, recordemos que soñó con ser presidente de Apizaco. Llegó en su lugar el ex alcalde de San Pablo del Monte, Humberto Benito Cano, uno con cuentas reprobadas.
Augusto Ramírez fue removido de la Coordinación de Comunicación Social donde su antecesora se encargó de orquestarle una campaña de desprestigio y guerra sucia, nada nuevo al considerar el jugoso negocio que hay detrás, amén de que el ahora ex funcionario no destacó por hacer algo sobresaliente en el puesto. A su relevo llega Octavio Ortega, vendido como un gran periodista, veremos si también la furia angelical se desata contra él.
Gimena Lara, otra que no mereció agradecimiento especial de Lorena Cuéllar, en su lugar en la Coordinación de Planeación colocaron a un auténtico arribista, lo cierto, es que la ex funcionaria fue otra del grupo de foráneos poco vistos en la escena pública.
Entre los corridos aparece Moctezuma Bautista, sobre quien pesan acusaciones de alumnos y trabajadores de abuso de autoridad, en su lugar pusieron a Lenin Calva, gris ex diputado local.
A la lista de la deshonra se agrega la prima de la gobernadora del estado, Beatriz Zabalza Cisneros, quien desde mayo dejó la Dirección de Atención de Migrantes, y tras estar acéfalo el puesto llega la exdiputada local, Mónica Sánchez Angulo. Entre los de antes y los nuevos, nada diferente, seguirán construyendo una triste historia, es seguro.
SUSURROS
Entre susurros, se comenta que, en la nueva legislatura, que no es muy nueva que digamos, ya hay un par de diputadas que compiten por el título de la más repudiada por sus compañeros, una pertenece a la oposición y otra es coordinadora de uno de los partidos rémoras de Morena… para mayores pistas, una es azul, otra anda muy activa en las redes sociales.
En uno de sus primeros actos, la “opositora” sacó a uno de los directivos de su oficina porque, simplemente le gustó ese espacio para montar su trono de tres años, ahora el empleado del congreso deambula en espera de que haya recursos para que le acomoden sus triques.
La oficialista, desde antes de asumir el puesto, regañó a los empleados del Congreso por no darle un croquis de los asientos que ocuparían sus invitados para la sesión solemne de la toma de protesta, el día del show llegó hasta con el perico a los que condujo para agandallar lugares que ya estaban asignados, pero aún hay más…
También se susurra que antes de asumir funciones, los y las diputadas fueron llamados por la gobernadora Cuéllar donde les leyeron la cartilla, claro, entre apapachos y sonrisas. Comenzarán las votaciones y ahora todo lo quieren por unanimidad, veremos cuant@s doblaron las manos.
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