Por Edgardo Cabrera
Las inconformidades en Calpulalpan parecen haberse apagado, al igual que el proyecto del gobierno de Triste Historia para construir un “libramiento” concesionado a un particular para que lo explote, nada menos que durante 30 años, algo así como la carísima autopista a Texmelucan achacado a una ex autoridad estatal que ahora es ampliamente galardonada por la 4T.
Pocos lo saben, pero ese municipio ubicado al poniente del estado y ex perteneciente al Estado de México puede duplicar el número de carreteras que conduzcan a él, actualmente hay dos, la federal a la Ciudad de México y el Arco Norte, cuáles son las otras dos.
Resulta que hace 15 años, cuando gobernaba el país el panista Felipe Calderón, se palomeó la construcción de un libramiento para Calpulalpan, fue la época en que más proyectos de este tipo se autorizaron a nivel nacional para quitar carga vial a ciudades y poblaciones con alta densidad poblacional.
Desde ese tiempo se adquirieron los terrenos por donde la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transporte trazó la ruta pero ya no dio tiempo de construir el libramiento, el proyecto se quedó frenado tras el regresó del PRI a la Presidencia de la República con Peña Nieto a quien poco le interesó la carretera, pero los predios, aunque siguen en posesión de ejidatarios y ex propietarios para que los exploten en tareas agrícolas, bien saben que deberán entregarlos cuando finalmente se concrete el añejo plan federal del libramiento.
Y es que fue también en el sexenio del priísta, que se otorgó una concesión a la empresa ICA del magnate Slim, para darle mantenimiento a la carretera federal durante 10 años, justo el tramo de Calpulalpan está incluido y, de acuerdo con el contrato, el gobierno federal se debe abstener de realizar trabajos de ampliación o construcciones alternas que alteren el trazo original, ello alteraría el acuerdo y generaría indemnizaciones millonarias, de ahí la explicación para que desde Sanctorum hasta Calpulalpan se mantenga la vía a dos carriles, mientras el resto se modernizó a cuatro desde hace años.
Será en 2026 cuando la concesión por mantenimiento termine, y será justo en ese año cuando la federación podría, los mismo ampliar la carretera federal que construir el libramiento.
Todo lo anterior, parece que los “sesudos” asesores de la gobernadora Cuéllar ignoran, o lo saben, pero aun así trataron de sorprender con la iniciativa para autorizar la concesión de un supuesto libramiento concesionado (la cuarta carretera), y por tanto de cuota, pensando en un fantasioso negocio que no será.
Los “genios” pierden de vista, además, que el Arco Norte es un libramiento, si los automovilistas lo toman en Sanctórum les evita pasar por la zona urbana, pero casi nadie lo hace por lo caro, y lo mismo da perder 20 minutos más para irse por la vía tradicional y ahorrarse el peaje.
Para rematar, qué iluso empresario estaría dispuesto a tirar su inversión a sabiendas que ya existe un proyecto federal que data de hace 15 años, con terrenos adquiridos y una concesión vigente a Slim para el mantenimiento de la federal, la única explicación sería para lavar dinero.
De esto que le cuento, ya lo saben en Calpulalpan, y no por el gobierno de la triste historia que se mantiene hermética en lugar de informar, aunque parece, que tampoco lo sabían, una vez más la ignorancia se hizo presente… recuerdan aquello del Autotrén mejor conocido como el medio metro.
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