Por Edgardo Cabrera
El Instituto de Acceso a la Información Pública de Tlaxcala está condenado a la extinción; en el mejor de los casos, a la transformación, para mal, vale recalcar, ya que implicará la desaparición de su autonomía para convertirse en un ente que dependa directamente del ejecutivo. Malas noticias.
A 17 años de la creación del ente, primero como Comisión y luego evolucionando a Instituto, los días están contados para pasar a ser parte de una dirección de la Función Pública o una mera oficina, como esa de “Atención a Periodistas” que sigue las órdenes de la Secretaría de Gobierno.
Aprovechando el vacío que deja, al igual que el Instituto Nacional que agoniza, varios entes, principalmente hablamos de ayuntamientos, se cruzaron de brazos en materia de transparencia, alcaldesas y alcaldes no se han puesto al corriente en sus obligaciones y basta revisar los sitios web para corroborar cómo violan flagrantemente la ley, ahí está Zacatelco con el edil José Miguel Acatzi Luna, que “transparenta” la información de sueldos, nómina, organigrama y prácticamente todo, pero del año 2021.
Lo que sí actualiza el alcalde “caza ancianitas comerciantes ambulantes” es su propaganda disfrazada de información.
Tetla es otro mal ejemplo, su página actualizó sus obligaciones de transparencia hasta el segundo trimestre del año pasado, desde la llegada de Giovanni Montiel, hijo del secretario particular de Lorena Cuéllar no han colocado nada, bueno, es más, los chambones siquiera han quitado las restricciones propagandísticas por la elección extraordinaria de noviembre pasado.
Lo mismo ocurre en Axocomanitla, donde gobierna otra allegada a la gobernadora Cuéllar, su ex peinadora, su página tampoco no tiene ninguna actualización, la última data del tercer trimestre del año 2024.
PLAN 2025
Mientras alcaldes y alcaldesa se hacen de la vista gorda, este viernes el presidente del IAIP, Arturo de Casa Vega presentará el programa anual de trabajo, porque una cosa es la condena a la extinción anunciada a los organismos estatales de transparencia, pero la otra, la vigencia y las obligaciones de la ley, esa no se ha abrogado y, por tanto, deberán acatarla, a mediados de año sabremos cuál será el ente competente para aplicarla y en su caso sancionar las omisiones.
También fue presentado el “Programa de Verificación al Cumplimiento de las Obligaciones de Transparencia del Primer Semestre del Ejercicio 2025” a los 146 sujetos obligados de la entidad, dará inicio este 4 de febrero y veremos si al moribundo IAIP no le tiembla la mano para iniciar los procedimientos a los omisos opacos.
Quien será el último presidente del Instituto de Acceso a la Información Pública de Tlaxcala está obligado a cerrar con broche de oro la historia del ente que, hace dos décadas, nos costó a varios periodistas empujar su creación en Tlaxcala y el cual nos ha permitido exhibir los excesos del poder y los poderosos quienes se piensan eternos en los cargos y actúan cual tiranos y reyezuelos.
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