En 2005 fue detenida en México y en 2009 condenada a 60 años de cárcel, hoy la francesa Florence Cassez vive en país natal divorciada y con una hija, en espera de que se resuelva la demanda que interpuso contra el ex presidente Felipe Calderón y sus colaboradores por daño moral y por lo que exige 36 millones de dólares… mientras se prepara para llevar al cine la historia de su vida.
Junto con las maniobras diplomáticas de París -6 años y medio de esfuerzos- para conseguir el fin del calvario de la franco-colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC en la selva de Colombia, la feroz batalla del Gobierno galo por la extradición de su ciudadana Florence Cassez, condenada por el delito de secuestro, fue sin duda la cobertura más larga durante toda mi vida profesional.
¿Aún se acuerda usted del caso de Cassez, una chica joven y guapa originaria del norte de Francia que, dejando atrás su empleo de gerente de una tienda, llegó a México en 2003 a los 29 años de edad para trabajar en la empresa de su hermano Sébastien que se dedicaba a la venta de equipos médicos?
Me di a la tarea de refrescar la memoria y aquí le comparto lo que logré rescatar. En 2004 Sébastien la presenta a Israel Vallarta, uno de sus clientes, integrante de la banda de secuestradores Los Zodiacos. Se enamoran casi de inmediato, nace una intensa relación sentimental entre Cassez y el mexicano.
Un año más tarde en el rancho Las Chinitas, a una hora de la Ciudad de México, la policía de élite (AFI) lleva a cabo una espectacular operación para detener al grupo de delincuentes al que pertenece Vallarta y su novia francesa, así como para liberar a tres secuestrados.
A continuación le presento un breve resumen de lo que pasó después:
– Tras 1 año y medio de complejos procesos judiciales, en 2008, Cassez es condenada a una pena de 96 años de cárcel (que más tarde se reduciría a 60 años).
– Sigue una larga lista de amparos y apelaciones.
– Mientras en México Cassez es presentada como una peligrosa criminal que aterrorizaba y secuestraba, en Francia la prensa y la clase política, encabezada por el mismísimo presidente Sarkozy, exigen la liberación o extradición de su connacional que consideran como “una víctima inocente del sistema judicial mexicano“.
– La tensión diplomática entre ambos países a raíz del caso Cassez lleva a la anulación del Año de México en Francia que preveía cientos de eventos culturales, turísticos y economista y económicos. Un tema judicial se volvió rápidamente un asunto de Estado.
Incluso, en marzo de 2009, Sarkozy efectuó su primera visita oficial a México donde analizó con su homólogo anfitrión, Felipe Calderón, el caso de la francesa.
– El 23 de enero de 2013 la Suprema Corte de Justicia de México dicta la liberación de la francesa al detectar incongruencias en las declaraciones de los testigos. El expediente del caso Cassez consta de 13 volúmenes y millares de páginas.
-Al día siguiente Cassez llega a París. En el aeropuerto Charles de Gaulle es recibida con todos los honores por una delegación gubernamental, capitaneada ni más ni menos que por el entonces jefe de la diplomacia gala Laurent Fabius.
-Horas más tarde Cassez, acompañada de su familia, se reúne en el Palacio del Elíseo por el presidente François Hollande.
REGRESO A CASA, EN BUSCA DE LA NORMALIDAD
En menos que canta un gallo los medios de comunicación pasaron a otros temas. Se apagaron las luces de las cámaras asignadas a la “víctima francesa“. Cassez se empeñó en buscar una cierta normalidad tras la tormenta mediática que hizo de ella el tema estrella de las conversaciones y la portada de todos los periódicos y revistas.
No transcurrió ni medio año desde su ultra ruidoso regreso al país galo y Florence contrajo matrimonio con el joven mexicano residente en Francia, Fausto, miembro de su comité de apoyo desde 2009, el que la visitaba con frecuencia en elreclusorio de Tepepan. La ceremonia religiosa se celebró en Dunkerque, en el norte de Francia. A la boda asistieron unos 100 invitados.
En febrero de 2015 Cassez, a los 40 años, se convirtió por primera vez en madre. Dio a luz a una niña llamada Fleur. “Soy la mujer más feliz del mundo, le encontré sentido a la vida”- declaró a la prensa local.
En marzo del mismo año, arrancó su colaboración con la cadena de TV Planète+ Crime Investigation. Cassez realizó y presentó ante las cámaras 4 documentales dedicados a las víctimas de errores judiciales. La producción corrió a cargo de la periodista francesa Mélissa Theuriau.
ENTRE EL DIVORCIO Y EL DESEMPLEO
La dicha conyugal duró poco. Florence Cassez volvió a la soltería. El año pasado se divorció del franco-mexicano Fausto, padre de su pequeña hija Fleur, el que había llevado a Cassez a instalarse en la ciudad de Annecy.
“Fue un matrimonio precipitado, decidimos vivir juntos solo 15 días después de mi liberación“- se confesó Cassez en octubre de 2016 a los periodistas de la revista M Le Monde. “Me fueron robados 7 años de vida. (…) Muchos veían en mi una heroína, casi una santa, y cuando salí de la cárcel se rompió el hechizo. Captaba en la mirada de la gente que yo realmente no era como ellos me habían imaginado.”
Sin diploma universitario, en plena crisis económica, Cassez, de 42 años, se lanzó a una dura batalla por conseguir trabajo.
Finalmente fue contratada como funcionaria de la Agencia Pública de Empleo en la tristemente célebre región de Calais, ahí donde hasta hace poco existía el campamento de refugiados más grande y más vergonzoso de Europa.
Florence sigue intentando desesperadamente obtener los 36 millones de dólares de reparación de daño moral sufrido durante su encarcelamiento, que exigió en 2015 a través de una demanda contra el expresidente Felipe Calderón y varios de sus colaboradores cercanos. No pierde la esperanza, a pesar del rechazo de su requerimiento por parte de un juez federal.
Muy pronto la historia de Cassez podría llegar a la pantalla grande. El cineasta francés Fred Garson, ex-asistente del legendario Luc Besson, tiene planeado rodar próximamente “La Francesa“, un largometraje sobre el complejo caso Florence Cassez.
Han pasado cuatro años y medio desde la excarcelación, y su arduo trabajo de reconstrucción aún no concluye.
¿Volverá algún día a México? De momento el tema se encuentra fuera de toda discusión. La respuesta es un NO rotundo. La mujer está muy consciente de que 9 de cada 10 mexicanos no creen en su inocencia.