Vaya “joyas” las que han revelado los informes de resultados de las auditorías aplicadas por el OFS a los entes, para el caso de la Triste Historia y su gabinete tristón, queda claro que entre más “experiencia” tienen en la administración pública y la política, son mayores sus anomalías encontradas.
Es el caso de los discípulos de la “paisana” Bety, resulta que los recién removidos Padilla y Humberto destacaron en las observaciones negativas que les hicieron y la cuales, en su conjunto, casi alcanzan los 27 millones de pesos del erario que utilizaron ignorando los criterios de austeridad y “pobreza franciscana” que pregona la 4T.
IGUANAS RANAS
Para el caso de la UPTx, el sobrino de Bety que anda ahora activo promoviendo la recolección de firmas con los que traicionó para que la paisana sea candidata a la presidencia de la República, la cuenta pública del ejercicio fiscal 2022 viene en sentido reprobatorio porque las observaciones suman 18.7 millones de pesos, pero ¿qué le observaron?
Sueldos no autorizados y pagados por un monto de 2 millones, o el gasto de más de 15 millones de pesos a empresas que “no justifican operaciones comerciales”, algo así como fantasmas o patitos; empleados contratados sin que se justifique su compatibilidad con el puesto, y hasta la compra de bienes y servicios a los propios servidores públicos, y la lista sigue.
DE BEBESAURIO A DINOREX
Mientras que en el FCIX se detectó un daño patrimonial de 7.9 millones de pesos, entre las anomalías encontradas en el ejercicio fiscal del año 2022 están el pago de gastos improcedentes y la observación por la compra-venta de predios.
Como supuestamente no puede haber pueblo pobre y gobierno rico, le evidenciaron el desvío de medio millón de pesos para la compra de una camioneta, así como cerca de 1 mdp fueron mal utilizados para pagar un seguro de retiro y honorarios para diseño y desarrollo de contenidos multimedia. Pero en la venta de terrenos de los parques industriales es donde viene el mayor cúmulo de observaciones evidenciando graves omisiones y acciones en las transacciones.
Ahora solo falta que en ambos casos sean premiados, de nueva cuenta, y es que no olvidemos que pese a las anomalías de las que ya sabían en la UPTx, Padilla fue transferido “como castigo” a la titularidad del Conalep, donde también terminó siendo removido, ahora solo restará esperar al próximo año para conocer las observaciones a la cuenta pública de ese ente por el ejercicio fiscal 2023.
Por lo pronto sus corifeos, aplaudidores y defensores andan promoviendo el rumor de que ambos serán candidatos en 2024, uno a la alcaldía de Tlaxcala, el otro a la de Huamantla, con ello pretenderían sembrar la idea de que no los corrieron ¡ajá!, sino que ellos renunciaron por sus aspiraciones políticas y amplias posibilidades, diría, pero para mal utilizar los recursos de las comunas.
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