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LIMPIA

Por Edgardo Cabrera

En completo sigilo y sin mayor explicación, al cierre de junio se concretó una nueva purga en el gabinete tristón, resulta que fue removido del Fideicomiso Ciudad Industrial Xicohténcatl, Humberto Macías.

Junto con él se fue Marco Antonio Castillo, quien duró poco menos de dos meses como rector de la Universidad Politécnica de Tlaxcala, antes de llegar a ese cargo estuvo al frente de la Universidad Tecnológica de Tlaxcala desde el inicio del actual gobierno.

De Humberto Macías, recordemos su traición al PAN, partido que lo abanderó como candidato a la presidencia municipal de Huamantla en 2021. Su nominación, en aquella elección, estuvo pactada con el PRI, PAC y PRD, otrora aliados, que impulsaban a la gubernatura a Anabell Ávalos y quien le dio su apoyo al panista, recordemos que el tricolor no registró a ningún abanderado.

De ahí que su sorpresivo nombramiento como funcionario de Lorena Cuéllar confirmó, además de la traición, el pacto entre la morenista y la senadora priísta Beatriz Paredes, recordemos que Macías antes de ser candidato fungía como su secretario técnico en la Cámara Alta.

Hablamos así, además, del chapulineo partidista del camaleón oriundo de Huamantla: del PAN navegó al PRI y de ahí migró al gobierno Moreno.

FUGÁS

Otro que también llamó la atención, por la premura con la que llegó a la Rectoría de la UPTx el pasado 7 de marzo fue Marco Castillo, pero la mayor sorpresa es que ni dos meses pudo estar en relevo de otro beatricista, Enrique Padilla, también removido en completo sigilo y mandado al Conalep como castigo, cayó de la gracia de la mandamás.

Tampoco se sabe la razón de la salida de este personaje ligado al exgobernador Alfonso Sánchez Anaya, lo que sí, era recurrente verlo haciendo vida social en restaurantes de la capital del estado, mientras en la Politécnica, nos dicen, existía un completo desorden administrativo.

AMNÉSICOS

No hay que perder de vista que el mayor número de bajas en el gabinete tristón las registra el grupo de la priísta Beatriz Paredes, el primero en salir como corcho de sidra fue su sobrino Enrique Padilla, primero de la Politécnica donde se mantenía desde el gobierno de Marco Mena, y luego su aún más penosa expulsión del Conalep.

Antes de Padilla, estuvo la baja de Ignacio López Sánchez del Icatlax, y aunque también está ligado a Beatriz Paredes, nos aseguran que no llegó por ella al puesto, como sea, ya no está.

A la cuenta se suma precisamente su ex secretario técnico en el Senado, Humberto Macías, y quienes aún siguen el cargo son Elia Sánchez en la moribunda Coracyt, y Eréndira Cova Brindis en la solapadora Función Pública.

A colación, llama la atención que aún con los pactos evidentes entre la morenista mandamás y Beatriz Paredes, el fin de semana acudieran como fieles soldados, hasta con teponaxtle, los priístas tlaxcaltecas para hacerle el caldo gordo en su registro como aspirante a la Presidencia de la República por el Frente Opositor, no cabe duda, que les gusta la mala vida y las traiciones, ya olvidaron también aquella a favor del PAN para que llegara Héctor Ortiz.

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