Medio centenar de aspirantes, saltimbanquis, ilusos y oportunistas se registraron en el proceso interno morenista en busca de ser candidatos al senado y diputaciones federales, solamente para la Cámara Alta sumaron una decena, de los cuales solamente aparecen dos mujeres, la diputada federal Dulce Silva, y Ana Lilia Rivera que quiere la reelección.
La lista se mantiene en la opacidad, fiel a su estilo, el partido oficialista oculta los nombres y será hasta que depuren, a su conveniencia los nombres, como se den a conocer, no obstante, por los propios interesados se conocieron algunos que no estaban en el radar mediático, por ejemplo, el Oficial Mayor, Ramiro Vivanco, o el funcionario federal de la SEP, Óscar Flores.
Pero lo que más llamó la atención entre los varones más mencionados, es que además de Álvarez Lima que se quiere reelegir, y los ex funcionarios estatales, Alfonso Sánchez junior y Sergio González, apareció Raymundo Vázquez Conchas, cuñado de la mandamás, regidor capitalino y ex coordinador estatal de campaña del frustrado aspirante presidencial, Adán Augusto.
El esposo de la hermana de la gobernadora poco le importó que su cuñada esté en el ojo del huracán por imponer a su ahijado como su segundo a bordo en la administración pública, ahora el cuñado será el nuevo escándalo que se cocine para recordar que en Tlaxcala lo que Sí Existe es la Ley de Herodes y la protección a la oligarquía.
FRICCIONES
En eso de la disputa adelantada por las candidaturas del 2024, en la competencia por la capital del estado la alianza entre los partidos opositores se tambalea, panistas y priístas no están de acuerdo en ceder la candidatura solo por acuerdos cupulares, en tanto que los perredistas de plano se desmarcaron de ir juntos a la elección local, no así en la contienda federal.
Resulta que, al igual que hace tres años, los tricolores no están de acuerdo en entregar al PAN la candidatura, en particular, a Minerva Hernández, oriunda de Texoloc y quien trae malos antecedentes de cumplir acuerdos con sus aliados políticos, ahí está el PRD que le dio la candidatura para el senado y, luego de tomar protesta, se fue del lado albiazul.
Las mediciones aplicadas a partir de agosto y que de manera mensual se vienen levantando por algunos despachos independientes locales, dan cuenta que tanto en Tlaxcala capital como en su distrito local el partido mejor posicionado es Morena (13.69), en segundo lugar, aparece el PRI (6.08) y el PAN se hunde en un tercer lugar (1.90).
Con esos números el cuestionamiento es válido, ¿por qué darle al albiazul la candidatura?
Por nombres, dentro del Revolucionario Institucional el único posicionado en cuanto a conocimiento y bajas opiniones negativas es Héctor Martínez, el “Panu”, hijo del finado Héctor ex diputado y ex síndico con Anabell Ávalos; por el PAN, Minerva Hernández también se encuentra con grandes niveles de conocimiento, pero mal calificada en las opiniones ciudadanas.
A colación de ese estudio al que tuvimos acceso, realizado mediante entrevistas cara a cara en domicilios del municipio de Tlaxcala, quienes de plano no figuran, por el lado de la oposición, son los de Movimiento Ciudadano, apenas 1 por ciento, con todo y que personajes como Herrera, ex diputado federal suplente de Rubén Terán, se han dedicado a tapizar con propaganda, en un acto claro de campaña anticipada que documentan en Morena donde lo consideran un traidor.
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