A una semana del incidente en donde el ex dirigente estatal del PRI agredió a un par de mujeres que no lo quisieron pagar en tiempo un préstamo de dinero que les hizo, el partido enmudeció, no lo han expulsado, se ignora alguna sanción y menos un pronunciamiento público.
Aquí no se trata de un tema político, es simple y sencillamente un incidente evidenciado en videos, con la intervención de policías de Chiautempan e incluso con una denuncia penal que derivó en su vinculación a proceso por un juzgado por violencia de género.
Pero el hecho pasó de noche a priístas que, en otras ocasiones, prontos y presurosos, han denunciado agresiones cometidas por políticos de otros partidos, funcionarios o gobernantes.
El PAN también enmudeció, no olvidemos que son aliados del PRI para las elecciones del 2024, en ambos institutos son mujeres las que encabezan lo que implica un tema de sororidad.
Oscar -N-, por aquello de la presunción de inocencia, en aquellos videos que circulan en redes sociales admite la agresión, “porque no le pagaron”. Valdría la pena preguntarse: porqué la oposición condena los abusos de los prestamistas colombianos que operan en Chiautempan y otros municipios, pero no dicen nada del usurero que hizo gala de “influencias” políticas para atemorizar a las morosas que deben sumar a su deuda 100 pesos por cada día que no paguen.
LO SUYO
En lo que sí están ocupados los opositores es en el reparto del pastel de candidaturas, resulta que que en la coalición federal panistas y priístas serán quienes impongan candidatos en los tres distritos electorales. Al PRD no le toca nada porque van en fórmula con el PRI al Senado.
Nos dicen que el 1 con cabecera en Apizaco será para el PRI, mientras que el 2 y 3 son para los albiazules, aunque en ambos casos aún debaten a quién colocarán.
Para el caso del tricolor el plan era mandar a la diputada Diana Torrejón, quien quiere gobernar el municipio de Tlaxco, por lo que alista sus maletas para irse a Morena y cumplir su objetivo.
DESBANDADA
En eso de las traiciones y el cambio de chaquetas que afecta por igual a todos los partidos, en Movimiento Ciudadano el apizaquense Javier Torres decidió dar la media vuelta e irse al PRD.
Su salida forma parte de las torpezas del dirigente Cuco Rivas que, como en cada elección, ya se agandalló candidaturas para sus secuaces con la complacencia del dueño de la franquicia y sempiterno líder Dante Delgado.
Está probado que los de MC en Tlaxcala han venido de menos a menos, para muestra la pasada elección donde no consiguieron ni una pluri. No descarte que la próxima en abandonar las filas naranjas sea su ex candidata a la gubernatura, Eréndira Jiménez, severamente maltratada por Cuco y compañía que prefirieron recibir con fanfarrias el cascajo del PRI con Ernesto Ordoñez, y frustrados en conseguir su propio partido como Salvador Méndez y Santiago Sesín.
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