Mientras en Tlaxcala ocurría un nuevo fin de semana repleto de tragedias y riñas que provocaron pérdidas de vidas humanas, la mandamás hizo lo que le gusta, sacar sus apolillados pasos de baile para festejar su cumpleaños, el 62, donde nos dejó claro para qué quería el poder: simple y sencillamente para el dispendio de los recursos públicos, obras de relumbrón y cirugías cosméticas y estéticas, más que cirugías mayores o de urgencia.
Flagrante fue el desvío del erario, la mega pachanga la organizó en Casa de Gobierno, hubo banda, grupo y mariachi, también comilona y el despilfarro en la quema de fuego pirotécnicos que tanto gustan a la jefa.
Las imágenes ellos mismos las subieron, sus lambiscones preferidos se encargaron de ventilar cada uno de los excesos de la fiesta, paralelamente, en el Zahuapan, donde también tiraron millones de pesos, 146 para ser precisos, el parque que llamaron Hídrico, resintió los efectos de una llovizna, dejando en evidencia la pésima planeación del “jardín”, que más bien parece camellón del bulevar Guillermo Valle, que poco a poco se inundó, ahora hay que esperar las tormentas.
La fiesta, una más, es el fiel reflejo de un gobierno que prioriza lo superfluo sobre la solución de raíz de problemas que se le acumulan con cada día que detenta el poder, así como el repudió a su gestión que está reflejado en 244 manifestaciones, protestas y marchas en exigencia de solución.
POR LA DEMOCRACIA
Previo a la visita de Andrés Manuel López Obrador de este domingo, miles de tlaxcaltecas salieron a la calle por la convocatoria de la marcha nacional por la democracia, el llamado fue exitoso y evitaron la confrontación con las huestes lorenistas que colocaron una valla en torno a la Parroquia de San José donde se realizó el evento oficial gubernamental.
Los manifestantes lanzaron consignas contra Lorena Cuéllar y posteriormente entonaron el himno nacional para retirarse en paz, contrario a los pronósticos del oficialismo que vaticinaban altercados.
Pero la vista de AMLO contrastó no solo por la fiesta onerosa de cumpleaños de la mandamás, sino con el saldo rojo que ocurrió de nuevo en fin de semana. Pérdida de vidas humanas de menores edad, así como por riñas entre adultos, y la detención de una banda de secuestradores que apenas el 14 de febrero plagiaron a dos personas en la zona oriente del estado.
También la visita relámpago del presidente sirvió para que salieran a la calle pobladores de Panotla que exigen una solución a la problemática medioambiental del basurero a cielo abierto en que se ha convertido el relleno sanitario.
Es la fecha que la Triste Historia carece de un planteamiento técnico, científico y programático para solucionarlo, no hay interés, es claro, lo suyo es la simulación como las palabras dadas por la mandamás al presidente donde se aventó una joya más al decir que la parroquia de San José no se desplomó tras los sismos del año 2017 gracias a la “fe”, la arquitectura y la ingeniería se puede ir al carajo, ¡no pues sí!, quizá le apuesta también a la fe para que la divinidad solucione la crisis de los rellenos sanitarios del estado que mal gobierna.
Por cierto, mientras que en el evento oficial, López Obrador elogió al senador que busca su reelección, Álvarez Lima, al que llamó su “amigo”, de la mandamás, dijo lo que siempre les dice a los mandatarios morenistas que según “son muy buenos”.
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