Por segundo año consecutivo, la organización civil “Causa en Común” evidenció que en Tlaxcala es incontrolable la justicia por propia mano, pero también, las agresiones en contra de las mujeres y las muertes causadas con extrema violencia.
En su informe correspondiente al año 2023 denominado “Galería del horror”, Tlaxcala se ubicó como la segunda entidad del país con más intentos de linchamiento (24 en total), solo nos gana Puebla por tres, pero no solo eso, aquí torturan, matan y violan a las mujeres, por lo que, contrario a la palabrería gubernamental, no figuramos entre los estados con menos muertes realizadas con extrema violencia. https://causaencomun.org.mx/beta/wp-content/uploads/2024/01/INFORME-ATROCIDADES-2023.pdf
Mientras la mandamás promocionaba, luego disfrutaba y finalmente presumía los supuestos logros del torneo mundial de voleibol playero, se cometían 114 “atrocidades”, muy lejos, por ejemplo, de Querétaro, Campeche y Durango que no rebasaron los 40 casos, pero, además, hay otras nueve entidades por debajo de la cifra roja de Tlaxcala.
Qué hubo en 2023, para recordar, casos de tortura, es la segunda “atrocidad” que más se cometió con 22 eventos registrados por la organización y que se hicieron públicos; “violación agravada” con 15; once asesinatos de mujeres con crueldad extrema, y “actos violentos contra la autoridad” con nueve.
Para recordar y no olvidar, el pasado 19 de octubre en Yauhquemehcan fue ubicado el cuerpo de una mujer calcinada en la zona limítrofe con la colonia Morelos de Apizaco; ocho días antes, en Huamantla, otra mujer fue rociada con gasolina y quemada viva.
El 10 de diciembre en San Pablo del Monte fue localizada otra mujer sin vida, ella tenía el tiro de gracia; y el 18 de mayo, en Panzacola, municipio de Papalotla, fueron hallados en una fábrica abandonada tres cuerpos descuartizados y metidos en seis bolsas de plástico negras.
Esos son solo algunos de los 114 casos que se ocurrieron, contradictoriamente, en la entidad que según las cifras oficiales es la “más segura”, la de menos incidencias delictivas. Otra vez, hay algo que no cuadra entre los datos y la realidad.
MUDOS
En eso de la inseguridad, luego de que la semana pasada se hiciera público que la mandamás y su parentela gozarán de guaruras pagados por el erario hasta por 12 años al concluir el encargo, la clase política enmudeció, la oposición prefirió callar y los cuatroteístas se hicieron los occisos.
Así la hipocresía de cara a las elecciones del 2 de junio próximo, no parece incomodarles el privilegio del que gozará la familia real, que incluye “al esposo y la persona concubina”, su silencio es cómplice de lo que es una bofetada para el pueblo que padece de la delincuencia y que sufre, lo acabamos de ver, de crímenes cometidos con tal odio mientras la autoridad goza de privilegios.
No quitaremos el dedo del renglón, el que se le autorizara “por ley” a la mandamás, a su ahijado secretario de Gobierno y al titular de seguridad una custodia, no es acorde ni a la austeridad ni a la moral política pregonada por López Obrador, esa misma que repudiaba que los funcionarios trajeran guaruras, y aquí, en Tlaxcala, los privilegios no solo son para los que están en el cargo, sino para los que ya no estén, esa siempre gandalla oligarquía tlaxcalteca, a la que pertenecen gobernantes y ex gobernantes que usan los colores partidas según sus conveniencias.
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