Por medio del cuñado de la mandamás y diputado del PRIMOR, la Triste Historia inició el proceso para desaparecer la Procuraduría General de Justicia del estado y convertirla en un ente independiente del Ejecutivo bajo la figura de Fiscalía, ya hasta tienen fechas palomeadas, para el 1 de agosto.
Pero lo que tendría que ser una buena noticia es lo contrario, lejos de aplaudir la supuesta independencia no se trata más que de una simulación, en los hechos lo que existirá es la misma oficina servil a los caprichos e intereses de quien despacha en la silla más grande del estado.
Son tan burdos que la semana pasada la procuradora Ernestina solicitó al Congreso estatal una copia certificada del acta de la sesión en la que rindió protesta para el cargo, eso anticipó los cambios maquinados por el gobierno estatal y que en la sesión del martes se formalizaron con la presentación de la iniciativa del primorenista Fabricio Mena por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política del estado para crear la Fiscalía.
Hablamos que la actual abogada del estado estaría perfilándose para ocupar el nuevo puesto, no solo eso, sino que ampliaría su gestión 7 años más, considerando que la iniciativa considera ese lapso por el que será nombrada la nueva o nuevo fiscal.
Estamos, al igual que ocurre a nivel federal y en la gran mayoría de las entidades, ante la creación de un nuevo ente autónomo del poder Ejecutivo, solo en el papel, en los hechos lo que vemos son fiscales carnales, sumisos, como hasta ahora, de los designios de las y los mandatarios.
Para el caso nuestro, la bola esta cantada, y según los plazos marcados, a más tardar el 31 de julio la legislatura saliente estará nombrado a la fiscal carnala que entrará en funciones el 1 de agosto.
OMISOS
A colación del caso, Tlaxcala junto con Baja California e Hidalgo se mantienen en la omisión de las reformas federales mediante las cuales se instruyó a las entidades del país migrar del modelo centralista a uno mediante el cual se les dote de independencia a los entes impartidores de justicia.
En el caso nuestro y al conocer la iniciativa que incluso planteaban subirla a votación en la sesión de este mismo jueves, llama la atención la urgencia para que entre en vigor en unas cuantas semanas después del trámite legislativo.
En Hidalgo, por ejemplo, que también se encuentra en omisión, en el año 2021 su Congreso creó la nueva figura, pero a diferencia del proceso fast track que quieren hacer aquí, allá dieron un plazo considerable para migrar la añeja procuraduría, lo que incluyó la condición de crear la respectiva Ley Orgánica.
El mismo proceso de los hidalguenses incluyó, incluso, esperar hasta el año siguiente para dotarlo de recursos económicos para un proceso de transición, crear una comisión interinstitucional para la implementación del nuevo sistema y es la fecha que no comienza a operar por una serie de contratiempos.
Aquí en Tlaxcala la urgencia anticipa, una vez más, no solo la simulación, sino el desastre al que nos enfrentaremos por hacer todo sobre las rodillas ante la gran posibilidad y el temor de perder la mayoría en el Congreso y que los nuevos rechacen a Ernestina como titular. Al tiempo.
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