Hugo Iván de la Cuesta pasó de un post en Facebook a dar la cara y despepitar en contra de la secretaria general impuesta del Sindicato 7 de Mayo, Karina Erazo, de su madre, y servidora pública, Guadalupe Rodríguez, y de otro de sus hijos, no solo develó la supuesta amañada forma cómo se hicieron de la dirigencia, sino incluso exhibió una denuncia penal que promovió en su contra por amenazas, asociación delictuosa y los que resulten.
¿Quién es Iván de la Cuesta?, seguramente se preguntará, pues nada menos que un abogado que estuvo cercano a la familia, quien dijo ser encargado de la asesoría legal, incluso de contribuir a la defensa legal de algunos asuntos y hasta “benefactor” en la contribución de recursos económicos para la “causa”, que en esos momentos era despojar del sindicato al grupo adversario identificado con Edgar Tlapale y Enrique Escobar.
El martes en una extensa entrevista en el programa Mesa de Redacción, expuso una serie de audios, documentos y fotografías que dan cuenta de la relación que sostenía con Guadalupe Rodríguez y de su rompimiento tras negarse a aceptar la defensa de dos personas que se encuentran procesadas por el delito de secuestro exprés agravado en contra del ex dirigente sindical Edgar Tlapale.
De ese señalamiento, el propio abogado de la Cuesta cuestionó el interés de la familia, y en particular de uno de sus hijos, por defender a los detenidos, no solo eso, expuso la duda razonable de cuál es la relación que tienen con quienes son acusados de un delito grave.
Pero ahí no acaba el asunto, tras dar a conocer el hecho en su cuenta personal de Facebook, semanas atrás, aseguró que fue víctima de amenazas, incluso contra su vida e integridad física, de ahí que solicitó a la Fiscalía General de la República medidas de protección, al tiempo de promover una denuncia penal, donde exhibió audios, expedientes que le proporcionaron para la defensa de los detenidos y una serie de capturas de pantalla, así como mensajes de texto.
Aún hay más, el ex abogado de la familia, evidenció que la impuesta secretaria general del Sindicato 7 de Mayo, no es quien toma decisiones y menos atiende o defiende al gremio de burócratas al servicio de los tres poderes del estado de Tlaxcala y sus municipios, sino que es su madre la que despacha y a quien incluso le acondicionaron una oficina contigua a la dirigente, en el propio inmueble sindical, desde donde ha pactado -dijo- desaparecer 400 plazas laborales que estaban en litigio, como una forma de congraciarse con el gobierno.
Por si le parece mucho lo anterior, resulta que develó que las asambleas electivas mediante las que consiguieron la toma de nota, supuestamente fueron una pantomima montada y solapada por la autoridad laboral, dado que quienes encabezaron las planillas rivales aseguró que estaban bajo las órdenes de Guadalupe.
Sobre esto mismo, de la Cuesta puso al descubierto el pago de 2 mil pesos por persona allegada a la ex líder, que estimó en una veintena, para cubrir la contratación de personajes de dudosa procedencia encargados de la “seguridad” en las asambleas, los que incluso fueron señalados en su momento por el grupo adversario, como golpeadores que se encontraban armados.
Para rematar, el ex abogado de la familia llamó a la gobernadora Cuéllar a intervenir y en su caso desmarcarse de Guadalupe y su hija y líder sindical, dado que el supuesto compadrazgo que tienen ha servido de derecho de picaporte y manto de impunidad para su actuar, algo que, por cierto, dudo que atienda la titular del poder ejecutivo.
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