Josefina Rodríguez Zamora ya está en las ligas mayores, será la próxima secretaria de Turismo de nuestro país, así lo anunció la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum, al presentar a otros tres integrantes de lo que será su gabinete.
Así como en su momento he cuestionado su actuar como funcionaria estatal, debo reconocer que la tlaxcalteca es brillante para detectar oportunidades y aprovecharlas, no olvidemos que en la campaña de 2021 compitió por una diputación local bajo las siglas del original Fuerza por México, creado por el líder sindical y padrino de Jose, Pedro Haces, y al cierre de su campaña le dio la espalda a la entonces candidata a la gubernatura del partido rosa, Viviana Barbosa, para alzarle el brazo a Lorenas Cuéllar.
En recompensa la hicieron secretaria de Turismo y entre sus primeras acciones, en eso de detectar oportunidades y aprovecharlas, se apropió del hastag del equipo de futbol Coyotes, #TlaxcalaSíExiste, lo ocupó como slogan y lo convirtió en “marca destino”, plagio que hoy presumió ante Sheinbaum como una creación propia, así como el récord Guinnes del tapete de aserrín más largo del mundo, algo que consiguió el alcalde de Huamantla, Salvador Santos, pero ella se dijo “gestora”.
Qué más hizo en la entidad, promovió la copia de una campiña europea, Val’Qurico, compareció ante diputados y admitió que favoreció a su parentela con contratos para que manejaran el cartel taurino de una de las ferias de Tlaxcala, también a su familia de Huamantla les organizó eventos con cargo al erario en su promoción, dijo a diputados que antes que funcionaria es empresaria, la acusaron de utilizar a empleados de gobiernos en uno de sus restaurantes, maquiló un libro de Tlaxcala sumamente costoso que solamente lo tienen, el Papa y los cuates, y recientemente de presuntos actos de corrupción cometidos en agravio de ejidatarios del Santuario de las Luciérnagas.
Ahora no dejó pasar la oportunidad, algunos rumoran que llegó por la recomendación, de nuevo, de su padrino Pedro Haces, las focas aplaudidoras de la mandamás aseguran que la promovió ella, cuando basta revisar el trato distante que le dio Sheinbaum en su reciente visita luego de que trató de apapacharla, como le gusta hacer con López Obrador, y no se dejó.
Lo único cierto es que llega al gabinete no por su currículo, muy básico, penoso, diría yo, con el único antecedente en el servicio público de su paso como secretaria estatal de Turismo, sino por recomendación, y antes de que salgan los futuristas con que se enfila como candidateable a la gubernatura, primero deberá dar resultados en la Secretaría de Estado, ya veremos algo así como #MéxicoSíExiste.
GOLPE
A colación del nombramiento de Jose, se trató de un duro golpe para varios de sus ex compañeros de gabinete, zalameros y echa porras de la mandamás, hábiles con su lengua viperina, que desde las tinieblas orquestaban campañas de desprestigio, en su momento maquiladas desde Prensa de Gobierno, ahora en Coracyt.
En ese grupo de frustrados y enemigos acérrimos de Jose está aquel que su sueño de ser senador se le convirtió en pesadilla, pero eso sí, juró volver al gabinetazo, quizá en breve se le haga ser el relevo precisamente de su odiada compañera.
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