Por Edgardo Cabrera
Mientras la ola delictiva se encuentra imparable y son evidenciadas las torpezas, así como su pésima actuación al responder a las llamadas de auxilio, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala utilizó el domingo su página oficial en Facebook para felicitar por su cumpleaños al titular, Alberto Perea Marrufo; en contraste, apenas el viernes, clientes y personal de un conocido restaurante ubicado cerca de Casa de Gobierno fueron atracados por un comando de encapuchados evidenciado la fallida estrategia de seguridad y prevención del delito.
En la citada felicitación, además, el personal zalamero responsable de publicar en redes sociales, se dio el permiso de calificar de “excelente” la labor del secretario que tiene en su haber la muerte de dos oficiales que fueron linchados en Zacatelco y cuyas familias reprocharon la falta de acción oportuna para rescatarlos una vez que fueron retenidos por la muchedumbre.
Por cierto, en esa misma publicación, el único comentario que registró el domingo fue el de un perfil supuestamente relacionado con la familia de uno de los policías linchados, que, en lo que podría ser considerado como sarcasmo, escribió: “Muchas felicidades…atte. Familia Hernández Portillo”.
Pero no fue el único, de igual forma la gobernadora Cuéllar recurrió a sus redes sociales para lanzar una serie de felicitaciones, la primera de ellas para la senadora priísta e integrante de la calificada por Morena “mafia del poder”, Beatriz Paredes, por cierto, donde destacan las faltas ortográficas, y otras más para el polémico senador y líder sindical Napoleón Gómez Urrutia. De la ola delictiva, feminicidios, incluso de los lesionados por la huamantlada, ni una palabra, todo es felicidad.
LIBRES
A poco más de un año de que fueran detenidos cinco policías estatales, entre ellos dos altos mandos y personajes de confianza del entonces secretario de Seguridad Ciudadana, Ramón Celaya Gamboa, tres de ellos salieron de prisión para enfrentar en libertad las acusaciones relacionadas con extorsión agravada.
El caso al que le dio particular difusión la Procuraduría General de Justicia de Ernestina Carro, parece tambalearse, luego de que la defensa de los acusados lograra que los dos altos mandos y un oficial abandonaran la cárcel.
Hay que recordar que horas después de este asunto el propio Celaya hizo maletas para abandonar la secretaría en medio del silencio de la gobernadora Cuéllar.
Ahora, tras el revés, la Fiscalía de Ernestina no ha fijado alguna postura, incluso lo han ocultado, a pesar de que suman varios días del hecho. Recordemos que, en otro caso, donde también fue acusado un alto mando policíaco (quien se desempeñaba como director de la policía municipal capitalina, y antes fuera directivo en la policía estatal), también salió en libertad luego de que no pudieran comprobar las acusaciones que la imputó la procuraduría estatal.
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