La idea de López Obrador de sacar de la Ciudad de México las secretarías de Estado fracasó, los hechos están a la vista, y el experimento con Tlaxcala demostró lo ilógico que resultaba.
Simularon la operación de la Secretaría de Cultura, su titular, Alejandra Frausto, casi nunca despachó en la entidad, tampoco fuimos sede para anunciar o atender políticas nacionales en la materia.
Entregamos en comodato el edificio del antiguo Palacio de Cultura de Tlaxcala, un reducido grupo de servidores públicos llegaron para encargarse de tareas como: contestar el teléfono, administrar la limpieza del inmueble, de vez en cuando organizar eventos, pero eso y la nada fue lo mismo.
Por la ocurrencia, se cerraron las puertas a niños y jóvenes. Talleres artísticos que se organizaban se cancelaron, dejó de ser el recinto para que los artistas locales difundieran sus obras.
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, estableció que no mantendrá a esta dependencia en Tlaxcala que, reitero, nunca estuvo en realidad, incluso los trabajadores rechazaron dejar la capital del país para venirse a vivir aquí.
Por cierto, pese a la simulación y a la equivocada decisión (ninguna otra secretaría de Estado salió de la CDMX), entregaron a Frausto el título honorífico de: “Embajadora distinguida de la cultura del estado de Tlaxcala”, ¡en serio!, no crea que es broma, ¿cuál fue su gran aporte?: SIMULAR. Una vez más, la comunidad de intelectuales del estado guardó silencio, como cuando usaron la azotea del Museo de Arte para poner un antro que a la postre fracasó.
ES VIEJO…
Aún recordamos las palabras de la gobernadora Cuéllar al referirse al video donde quedó registrado el momento en que cuatro sujetos llegaron a balear un domicilio en la Candelaria Teotlalpan, Totolac, y donde uno de los agresores fue herido tras repeler la agresión, aquello que fue nota nacional al reflejar la impunidad y la ola delictiva, fue reducido a una “nota vieja” y los medios calificados de amarillistas.
Pues ahora resultó que el secretario de Seguridad Ciudadana, Marrufo el Marino, anunció el martes en conferencia de prensa la “nueva estrategia” para combatir la delincuencia, se trata de “blindar las fronteras de Tlaxcala”, así lo dijo, aunque no explicó a detalle, suponemos que consistirá en patrullajes o instalación de células de policías en la zona limítrofe con Puebla, Hidalgo y Estado de México.
Esperemos que Cuéllar lo diga, pero su novedosa estrategia, esa sí “es vieja”, muy vieja, y no ha dado resultados, por el contrario, agosto se ha convertido en el mes más rojo del que tengamos registro, incluye una docena de poblanos que fueron ejecutados en Tlaxcala, descuartizados en algunos casos, sin que nadie se diera cuenta, y cuyos delitos siguen impunes.
El supuesto blindaje data de febrero de 2022, el entonces secretario de Gobierno, Sergio González la anunció, incluso hubo convenios de colaboración con entidades vecinas, de nada sirvió. Pero, ahí no acaba el asunto, mientras Marrufo piensa en la “frontera”, en la capital atracaron a un cuentahabiente comiendo tortas tras retirar 200 mil del banco, por qué se iba a preocupar si estamos en el estado más seguro, aún peor, a una cuadra de la SSC. En Apizaco, en julio una manta con un cuerpo descuartizado “apareció”, no son zonas limítrofes, y la lista sigue.
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