No me cansaré de decirlo, pero la descomposición en la administración pública se debe en buena parte a las lenguas viperinas que le endulzan el oído a la gobernadora Cuéllar a quien le saben bien el “modito”, ese de adularla y decirle que todo lo que hace o dice está bien, como en el deporte donde la diputada que vende lo que le regalan, o impone a su retoño como premio estatal, no fue capaz de explicarle a su jefa lo que es una disciplina deportiva y cuántas hay en el mundo.
La semana pasada, al entregar el Premio Estatal del Deporte, o mejor dicho, los premios por ser atletas afines a la 4T, entre ellos la hija de la diputada Madaí Pérez, presumió la construcción de la “Ciudad Deportiva”, que se ubica en Apizaco, y donde se albergarán “323 disciplinas” (sic).
De entrada, solo conocemos la alberca olimpica y la pista de atletismo, pero como habla de “ciudad”, suponemos que pronto veremos canchas de voleibol, futbol, basquetbol, tenis, una fosa de clavados, pista de ciclismo, salones de esgrima…
El asunto es que en el mundo solamente están reconocidas 149 disciplinas deportivas, de donde se toman 52 deportes para las competiciones de juegos olímpicos y de federaciones internacionales. Nos explican que una disciplina es aquella actividad física reglamentada que se practica con fines competitivos o recreativos y nos ejemplifican, por ejemplo, el atletismo donde hay una larga lista, por ejemplo: carreras, marcha, lanzamientos, saltos, pruebas combinadas y más.
Bueno, el asunto es que un solo espacio no puede albergar 323 disciplinas, como dijo la mandataria, de entrada, porque no existe ese número, pero, como seguro fue un error y nos ceñimos a las 149, tampoco es real, por todo lo que le expuse anteriormente.
Si con esos datos van a presentar el tercer informe de gobierno, ya tenemos un adelanto de lo que escucharemos, no olvidemos tampoco aquello de que los policías de Tlaxcala usan los mismos uniformes que sus pares de Estados Unidos: ¿igual de desteñidos y de pésima costura?
No cabe duda que la gobernadora Cuéllar esta plagada de incompetentes y desbordan mentiras que se las hemos comprobado, como aquella del frustrado “medio metro”, pero ella los puso y los mantiene, por tanto, es corresponsable del daño que le hacen a Tlaxcala.
NUEVA DIRIGENTE
Se concretó el relevo en el partido oficial y, de nuevo, se equivocaron aquellos que habían colocado a Marcela González en todos lados, menos en el que terminó: la dirigencia estatal de Morena.
Recordemos que luego que no llegó a la diputación por la vía plurinominal, aquellos que presumen dotes de predicción, la pusieron como secretaria de Gobierno, otros la vislumbraron como la titular del propuesto Instituto de Desarrollo Municipal, unos más como secretaria del Bienestar, delegada federal, bueno, hasta titular de la inminente Secretaría de la Mujer, ¡pues no!, ninguno le atinó.
Su llegada a la dirigencia estatal de Morena es una señal más rumbo al 2027, sin especular ni hacer pronósticos, la evidencia está. Quien llega a tomar las riendas del partido trae el respaldo de la gobernadora Cuéllar y el consenso de la dirigencia nacional que ya saben quién dirige.
Marcela y su esposo el alcalde capitalino Alfonso Sánchez García se convierten en el grupo con mayor presencia dentro del oficialismo, con posiciones clave que les abren puertas rumbo a la sucesión.
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