Por Edgardo Cabrera
Semanas atrás saltó a la fama nacional el nombre de la magistrada Mary Cruz Cortés tras su nombramiento como una de los cinco integrantes del Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo para la elección extraordinaria de jueces, magistrados y ministros.
Tras el nombramiento, salió a relucir su pasado marcado por observaciones millonarias en la fiscalización de su cuenta pública cuando fue presidenta del TSJE, sus excesos, como la compra de aquella camioneta de millón y medio de pesos, hasta descubrimos que aunque cicen que tiene una maestría, carece de cédula profesional y por tanto no debe presumir el grado: es licenciada.
Bueno, pues resulta que al acudir al poder judicial y en específico a su ponencia, los justiciables dan fé que la magistrada se mantiene ahí, nunca pidió licencia al puesto y tampoco -nos cuentan los empleados- se ha ausentado para su encomienda.
Entonces, ¿cómo le hace para evaluar los cientos de perfiles?, ¿a control remoto?, ¿en qué horario hace el trabajo que le encomendaron?, y si lo hiciera en su tiempo laboral, estaríamos ante un desvío de recursos. Debió pedir licencia sin goce de sueldo, así de simple, se le paga para ser magistrada, no evaluadora.
La verdad es que todo se trata de pura simulación, ese Comité y la Carabina de Ambrosio es lo mismo, simplemente fueron puestos un conjunto de personajes para cubrir el requisito, pero serán otros, quienes evaluan y solamente les pasarán la lista para firmar. Al tiempo.
CAMBIOS PARTIDISTAS
Antes de que acabe noviembre al menos dos partidos políticos deberán renovar su dirigencia, en tanto que otros dos ya lo concretaron, sin embargo, en los cuatro casos se priorizó el método del dedazo, en otros la simulación, unos más la violencia y los sombrerazos.
La elección panista fue la primera que se realizó, pese los sombrerazos y la violencia que estalló el día de la elección a cargo de un grupo de “notables”, se concretó la imposición de Ángelo Gutiérrez, esposo de la diputada y ex dirigente Miriam Martínez, aunque hubo berrinches de por medio, al final todos callaron como momias, aplicó la de: mucho ruido para tan pocas nueces.
En Movimiento Ciudadano el dedazo vino de el único, amo y señor del partido, que ni por su delicada situación de salud frenó las viejas prácticas de los que se dicen “nuevos”, impusieron a una completa desconocida, carente de trabajo político, presencia o votos, ni su nombre se saben militantes, simpatizantes y líderes de opinión, pasaron de Guatemala con Cuco a Guatepeor. Antes que acabe el año habrá desbandada, tiraron a la basura el resultado de junio.
Los que vienen son Morena y el PRI, para el caso del partido oficial el consejo partidista tomará su determinación este sábado 23 de noviembre, víspera de las elecciones extraordinarias en Tecopilco y Capulac, mala fecha la escogida en la convocatoria y será una treintena de consejeros los que decidirán si mantienen al lorenista Moctezuma Bautista Vásquez, o imponen de entre ellos a alguien, veremos qué línea siguen: la de la gobernadora Cuéllar o la de la presidenta Sheinbaum.
En el moribundo PRI, antes de finalice noviembre se espera la imposición de quien decidan Beatriz Paredes y “Alito”.
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