Luego del aparatoso accidente que cobró la vida de un obrero, cuando una unidad de transporte de personal y una camioneta en Zacatelco chocaron el pasado 12 de noviembre, los responsables del hecho gozan de impunidad, y los involucrados, ahora sabemos, están ligados a la política.
El incidente ocurrió cuando una camioneta tipo pick up y un vehículo realizaban arrancones sobre la carretera federal Tlaxcala-Puebla, momento en que cruzó la vialidad la unidad de personal que resultó impactada y volcada, recordemos esas impactantes imágenes que se difundieron.
Testigos, y quienes los conocen, dan cuenta que al menos una de las unidades que jugaba carreritas está identificada con un pariente del alcalde emecista de Huactzingo que no iba en sus cinco sentidos; en tanto que la camioneta de personal es de la línea “transporte Orea”, nada menos, relaciona con el ex alcalde de Zacatelco y ex diputado local Tomás, cuyo representante legal se apresuró a decir que cubrirían los gastos, incluidos los funerarios y los médicos de los siete lesionados, aunque no fueron responsables.
A la fecha, no se ha realizado la detención de los remedos de “rápidos y furiosos”, aunque los videos proliferaron, incluso fueron ventilados por el propio C5i, que, convenientemente, fueron incapaces de darle seguimiento a los conductores que se dieron a la fuga. No cabe duda, la impunidad a todo lo que da.
A COLACIÓN
Hablando de…, resulta que desde el pasado 28 de octubre quedó en libertad el ex alcalde de Zacatelco, el “cachorro” Hildeberto, pero apenas la semana pasada se conoció la noticia, luego de que se filtrara que ya no estaba recluido acusado de malversar más de 10 millones de pesos en el ejercicio fiscal del año 2022.
Un día después, es decir, el 29 de octubre, de manera oficial se dio a conocer que la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción logró una sentencia condenatoria por procedimiento abreviado de seis meses de prisión y la reparación del daño por 2.2 millones de pesos, lo que no nos dijeron, es que la víspera había dejado la prisión tras desembolsar el dinero.
Y aunque extraoficialmente se sabe que le están “cuadrando” otros posibles delitos, amén de que trae malas cuentas como alcalde en los años 2023 y 2024, lo cierto es que con la experiencia, dudamos que logre pisar de nuevo la cárcel, su equipo legal ya conoce el camino.
Pero más allá de ser una lección y un manotazo en la mesa contra la corrupción, en realidad se trató de un acto de intimidación político, recordemos que la captura ocurrió en pleno proceso electoral, luego de que “el cachorro” se saliera del huacal y por poco impusiera a su hijo como sucesor. El caso lo difundió ampliamente el gobierno de la Triste Historia, los mismos que ahora callan ante la rícula sanción.
A colación, el Observatorio Ciudadano Anticorrupción puso en evidencia a Tlaxcala luego de que revelara que en 2023 la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción tenía 369 investigaciones iniciadas por posibles delitos de esta naturaleza, pero solo 33 fueron judicializadas de las cuales en 29 se logró la vinculación a proceso de los presuntos responsables, y apenas una terminó en sentencia condenatoria y el culpable ya goza del aire fresco.
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