Por Edgardo Cabrera
Hace unos días mi amigo Mauricio Hernández hacía énfasis en sus columna de que Lorena sí es Morena, luego de que algunos miembros del partido oficial impulsan una campaña que asegura lo contrario, ante la caída en su popularidad y la mala calificación a su gobierno.
Cierto, la gobernadora tiene su pasado priísta, con sus abuelos ex mandatarios por ese partido, y el antecedente de Cuéllar como alcaldesa, diputada y otros tantos puestos gracias al tricolor, pero hoy, pese a quienes les pese, es morenaza.
Para que no quede duda, el domingo no le importó utilizar los recursos públicos con fines políticos, al presumirse como la “segunda” de todo el país en afiliarse al Partido Movimiento de Regeneración Nacional, sin vergüenza alguna, utilizó los canales oficiales de propaganda gubernamental para colocar un video donde quedó en evidencia que utilizó, incluso, la Casa de Gobierno para recibir al secretario de Organización del instituto, Andrés Manuel López Beltrán, quien le llevó hasta ahí la campaña de afiliación.
Es claro y evidente el uso partidista del gobierno, pero ¿qué más da?, sino hay oposición política en Tlaxcala, espero equivocarme, pero corren las apuestas de ver qué instituto local o nacional, de esos que succionan millones de pesos en prerrogativas, interponen una denuncia por desvío de recursos públicos con fines electorales.
Recordemos que el papá de Andy repudiaba eso, incluso lo elevó como delito grave y ordenó la reforma al artículo 108 de la Constitución Política de nuestro país que establece que los servidores públicos deben conducirse de manera legal y utilizar los recursos públicos de manera diligente.
No solo eso, en esa ansias de presumirse orgullosa militante de Morena, la “segunda a nivel nacional que se afilió”, vulneró los principios de imparcialidad, neutralidad y equidad con los que tendría que conducirse en su calidad de gobernadora.
Si era su intención, como lo es, que dijeran que Lorena es Morena, por qué no hizo el show en las oficinas del partidazo, ya sea aquí o en las nacionales, y que fuera ese instituto quien lo difundiera, craso error, uno más, y no hay asesor, funcionario o empleado que le haga ver eso.
A COLACIÓN
En eso de la afiliación, tras la llegada de la nueva dirigencia nacional se determinó borrar el padrón anterior manoseado, principalmente por las y los gobernadores, para realizar uno nuevo cuyo control lo tendrá la dirigencia nacional, de ahí que se realice mediante una aplicación especializada que centraliza para que no quieran lucrar con ellos los y las virreinas.
En el caso estatal, la dirigencia que encabeza Marcela González desplegó la campaña con la que pretenden afiliar a 130 mil militantes, entre ellos, varios liderazgos de otros partidos políticos e incluso segundos lugares de la elección pasada, esos que les pisaron los talones a los ganadores, pero que tras la derrota fueron olvidados por quienes los hicieron candidatos.
Para muestra lo que ocurrió en Chiautempan con la adhesión a las filas guindas del otrora priísta Nicolas Gutiérrez, quien se quedó a poco más de 2 puntos porcentuales de la morenista Blanca Estela Angulo; antes pasó lo mismo con Guillermo Hueyotlipan quien compitió en el distrito XV con Movimiento Ciudadano, fue designado algunos días como el ganador pero al final en tribunales perdió frente a Ana Bertha Mastranzo por una veintena de votos. ¿Y la oposición?, durmiendo.
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