Por Edgardo Cabrera
El resultado de la auditoría aplicada a la USET por parte del Órgano de Fiscalización Superior en el último trimestre del año pasado está plagada de anomalías, son 80 observaciones con cientos de infracciones encontradas en materia financiera y de convenios, es una barbaridad que develará la “magia” con la que podrían ser “subsanados” asuntos tan graves como el despilfarro en fiestas, banquetes, pirotecnia, y hasta la compra de cámaras fotográficas y de video incumpliendo la normatividad.
Aquí lo más claro es que este tipo de informes preliminares, donde se les da “oportunidad” de subsanar para elaborar la Cuenta Pública de toda la anualidad, evidencian la forma cómo les limpian su cochinero en la aplicación de los recursos públicos.
No se puede entender de qué forma eliminarán la existencia, por ejemplo, de mil 93 pagos de sueldos a personas que simultáneamente cobraban en alguna de 40 dependencias u organismos que enlista el informe, ¿usted cree que nunca se enteró el secretario?, y sí no lo hizo, ¡vaya desdén por su trabajo!, no todo es la matraca y el insulto ante la ausencia de argumentos.
Solamente de esta observación, de los aviadores, se desprende que la auditoría detectó más de 241 millones de pesos pagados de forma irregular, hay otros 33.6 millones de pesos que erogaron a 5 mil empleados y que de acuerdo al OFS cobraron simultáneamente como honorarios siendo personal de base, ¿doble sueldo?
De qué forma el secretario Meneses justificará estos pagos y cómo es que el Órgano de Fiscalización Superior eliminará la observación, incluido el incremento en más de 4 millones de pesos de los recursos del capítulo de Servicios Personales, violando, por cierto, la disciplina financiera.
O las pachangas, también observadas por el ente fiscalizador, solo recordemos una: la “Verbena Popular 2024” donde la USET desembolsó más de 421 mil pesos pero no hubo evidencia documental que acredite a las personas que asistieron al evento. La magia hará que de nuevo exploten 30 mil pesos en pirotecnia, toque el grupo musical, y hagan comida, si en su momento no obtuvieron las pruebas, ahora cómo las inventarán.
LO QUÉ FALTABA
A colación, insisto, ante la falta de argumentos ya empezaron a acusar a la “derecha conservadora” de que se “filtrara” el informe que querían esconder bajo la alfombra, dos datos: es información pública y segundo; y el auditor Lucio Salas Miguela fue impuesto por la gobernadora Cuéllar, ¿el representa a la malvada derecha conservadora?
La pluma ladina dueña de comercializadoras busca chivos expiatorios para lavarle la carita a su candidato de la continuidad del negocio, pero es tan simple, los millones de pesos del erario erogados de forma irregular debieron pasar por el escritorio del “jefe”, como en el caso del “cachorro de Zacatelco”, a quien metieron tras las rejas fue a la cabeza del equipo, no a su tesorero ni al de obras.
