• Actualmente forma a atletas para que sigan sus pasos
“Nunca es tarde para hacer las cosas cuando a ti te gustan”, es la frase que impulsó a Francisco Bautista Cuamatzi para practicar el atletismo, deporte que le diera una gran satisfacción, representar a México en unos Juegos Olímpicos, el sueño que muchos añoran, pero pocos tienen esa oportunidad. Ahora aprovecha su experiencia para formar talentos que sigan sus pasos.
“Panchito” como sus amigos y seres queridos le llaman, comenzó a los 20 años de edad su gusto por el atletismo, cuando en la televisión y periódicos observaba ganar a grandes maratonistas como Germán Silva, Dionicio Cerón, Andrés Espinoza, entre otros, que fueron la inspiración para entrar en este deporte.
“Estoy hablando de los años 90, yo veía como corrían, el esfuerzo que hacían, desde ahí me llamó la atención. Empecé a trotar, tres veces por semana, los días lunes, miércoles y viernes, logré terminé la secundaria, pero dejé de estudiar cinco años, ya en la preparatoria, a los 20 años de edad, ahí conocí a un entrenador, que no recuerdo su nombre, estuve con él dos tres meses y me invitó a participar con el equipo de Luis Ordoñez Valdés”.
Recuerda con cariño, al equipo que en ese entonces conformaban grandes atletas como tlaxcaltecas Juan Salvador González, Alejandro Rivera Lobato y Alejandro Cuatepitzi a quien los veía cómo entrenaban, “ellos fueron parte de que yo pudiera sobresalir, era un gran grupo que ya tenían nivel competitivo, por eso fue me fue más fácil”.
El año de 1997 marco el inicio de su carrera deportiva, la maratón de la Hermandad Puebla- Tlaxcala, que era el tradicional en aquellos tiempos, “ahí obtuve el segundo lugar, estaba nervioso, correr 42 kilómetros no es fácil, me preparé, las cosas me salieron bien, a partir de ahí comencé a tomarle el gusto al maratón”.
Originario de la comunidad de San Felipe Cuahutenco del municipio de Contla de Juan Cuamatzi, Francisco Bautista, empezó a planificar, trabajar y construir el camino rumbo a Juegos Olímpicos de Beijing, China 2008.
“Ya con mi entrenador Luis Ordóñez planificamos, le dije yo quiero ir a unos Juegos Olímpicos, me dijo que teníamos que hacer el proceso, empezamos por los centroamericanos, inició la preparación se dieron las cosas, yo corrí el maratón de Mazatlán que ese fue el selectivo para ir Centroamericanos del Salvador, ahí obtuve la marca, con un tiempo de 2:15 y la federación pedía 2:16”.
El camino no sería fácil, entrenaba en su natal Cuahutenco, dos sesiones los lunes, miércoles, viernes, martes jueves y sábados, para la prueba de maratón corría de 35 a 30 kilómetros, los lunes y miércoles era menor repeticiones de un kilómetro, dedicaba tiempo, en la mañana eran casi dos horas y por la tarde una hora eran tres horas.
Para llegar a las grandes esferas del atletismo, Panchito se limitó de muchas cosas; pero valía cada minuto, cada entrenamiento, su meta ya estaba trazada, era portar los colores de la selección mexicana de la especialidad.
“Nada de fiestas, de divertirse, cuando tienes un objetivo, yo creo que hay que quitar algunas cosas, me cuidaba mucho, mi objetivo era estar en Juegos Olímpicos, debes cuidarte, debes dejar a los amigos, sacrificamos algunas cosas pero vale la pena cumplir con tu objetivo que es lo más importante”.
Poco a poco llegaron los resultados, el respaldo de la familia y seres queridos fue importante para lograr el sueño olímpico, “no se imaginaba que yo llegara hasta esas alturas, me decían mejor ponte a trabajar en otra cosa, eso no te va a dejar nada, ellos no tienen la visión del deporte ni yo, pero al ver la situación cuando empecé a sobre salir y observaron las cosas que había, me comenzaron a apoyar al 100, siempre tuve su apoyo”.
Comienzan el Ciclo Olímpico
Con el deseo de superación, Francisco Bautista comienza el largo camino que lo llevó a la máxima justa deportiva.
En el 2001, logra consagrarse con la maratón internacional de Mazatlán con un tiempo de 2 horas 15 minutos 06 segundos, cuatro años más tarde vuele nuevamente consigue el triunfo; en el 2002 y 2003 gana los maratones de la Laguna (LALA), eventos considerados de talla internacional y que le dieron la clasificación a Juegos Centroamericanos en el Salvador 2003.
“No llegué muy bien por varios factores me quedé en el quinto lugar, no estaba acostumbrado por un clima así tan húmedo, con calor, eso fue lo que me afectó un poco, eso influye, saber dónde vas a correr para prepararte acorde al clima, eso fue lo que pasó”.
Un año más tarde, en su participación en los Panamericanos de Santo Domingo se ubicó en el lugar cinco.
Panchito cumplió con el ciclo olímpico para estar en Atenas 2004; sin embargo, un asunto administrativo por parte de la Federación Mexicana de Atletismo lo dejó fuera. No obstante, estaba dispuesto a seguir con su entrenamiento para cumplir el sueño que se había planteado.
En el 2006, no pudo asistir a los Juegos Centroamericanos de Cartagena, Colombia; por lo que tuvo que esperar hasta los Juegos Panamericanos de Río 2007.
“Buscamos los (juegos) panamericanos, di la marca, nos fuimos a Brasil, ahí obtuve un séptimo lugar, con un clima parecido, lluvia, humedad y bueno así me preparé para ir a los juegos olímpicos, nos preparamos”.
Sueño cumplido
El día llegó, el 24 de agosto de 2008, el tlaxcalteca debutó en los Juegos Olímpicos; sin embargo, una lesión meses atrás afectó el rendimiento, situación que le impidió llegar en óptimas condiciones y colocarse en el puesto 66 con 2:29.28 horas.
“En Beijín tuve un pequeño problema porque ese tiempo tuve una lesión que no me dejó prepararme al 100 por ciento para ese evento hice mi mejor esfuerzo y dignamente di mi 100 por ciento en esos juegos olímpicos, me voy satisfecho. Cuando llegué, ya sabía la magnitud de ese evento, la responsabilidad de representar a México y que te están viendo millones de gentes, aquí el problema es que iba más por el dolor de la pierna pero me dije voy a dar el 100 por ciento, me hubiera gustado ir bien físicamente, esta lesión no me dejó”.
Posteriormente a su participación en tierras asiáticas, dio la vuelta a la página para buscar la revancha en Londres 2012, pero una ruptura parcial de ligamentos impidió que lo hiciera.
“Corrí 25 años, era un promedio de tres maratones por año, 60 maratones aproximadamente corrí, pero está bien, dije hasta ahí, ya no quise abusar de mi cuerpo, puede traer problemas, una lesión que ya no pueda caminar, me dije, ya hasta aquí, no quise arriesgarme, estoy satisfecho con 60. Yo sigo, corriendo, participó en algún evento, ya no al 100 por ciento, ya en esta fase como entrenador, ya inculco el atletismo en los niños”.
Con alegría recuerda que el deporte le dejó grandes satisfacciones, “mi mayor satisfacción es ir a unos Juegos Olímpicos y ganar el maratón de Mazatlán y ganar mi primer coche, también para mí fue una satisfacción muy grande, no me lo esperaba eso fue uno de los días más felices en mi carrera deportiva, obtener un carro y fue in mercedes Benz, yo nunca pensaba obtener uno y un mercedes. Ganar varios maratones como el de Lala, dos veces campeón nacional, el medio maratón de Oxxo en Chihuahua, ser el mejor mexicano en esa competencia, campeón nacional de ruta 10 km”.
El reto en su nueva faceta
Con amplia experiencia y con 47 años de edad, el también licenciado en Educación Física, tiene seis años en su nueva faceta como entrenador, inculca a sus más de 15 alumnos la disciplina y el trabajo constante para que en un futuro porten con orgullo como él lo hizo los colores de México en competiciones internacionales y en Juegos Olímpicos.
“Ya llevo con ellos seis años entrenando a estos jóvenes, ya he tenido medallistas en la olimpiada nacional, ya estoy en este camino, es cuestión de trabajo, les digo que si quieren lograr grandes cosas todo es cuestión de disciplina…esto no es de la noche a la mañana, les he explicado que para llegar se necesita años de trabajo, de disciplina, ojalá yo lo pueda lograr…actualmente tengo a Italivi Conde que ya está clasificada a la olimpiada, pero por esta situación de la pandemia no pueden participar, ojalá termine pronto”.
También en casa difunde el deporte, con sus dos hijos, “tengo dos niños, Luis Ángel y mi pequeñito que tiene tres años, les he inculcado que el deporte es bueno para la salud para que estén bien, el deporte aleja a los jóvenes de los vicios, les he inculcado el deporte, ojalá les guste el atletismo, pero si se inclinan por otro deporte también está bien”, finalizó.
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