El 7 de enero de 2018, justo en la fecha límite para el registro de precandidatos en el Partido Acción Nacional, el ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle anunció que no buscará la candidatura a la presidencia de la República en la cual a través de redes sociales dio este mensaje donde destacó lo siguiente:
“Es evidente que existe un consenso a favor de quien debe ser el abanderado. En este contexto, sostuve reuniones con mi familia, equipo de trabajo, colaboradores, y juntos tomamos la decisión de no convertirnos en un obstáculo para que el PAN se mantenga unido y México al frente logre sus objetivos”
Esto da a pensar acerca de la renuncia de su esposa Martha Erika Alonso Hidalgo a la Secretaría General del PAN en Puebla, para buscar la postulación a la candidatura de Frente por México al gobierno del estado. Al no encontrar alguna objeción para convertirse en abanderada de la coalición, Alonso tendrá en la figura del Senador Miguel Barbosa –de Morena– a su principal oponente, a la espera de que se defina el candidato del PRI.
En su mensaje Moreno Valle resalta su llegada al gobierno poblano hace siete años, producto de una coalición de partidos opositores al PRI, su logro de ser pionero de un gobierno estatal de coalición y ser el artífice de la creación del Frente por México, como indica a continuación:
“Fui promotor de la coalición que fue validada por la autoridad electoral el pasado 22 de diciembre, integrada por los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano para enfrentar las elecciones federales de este año”
Al parecer da a entender que este es un favor que tiene que ser recompensado con la nominación de su esposa Martha Erika Alonso, como en el caso de Veracruz el actual gobernador Miguel Ángel Yunes Linares impulsa a su hijo, el ex alcalde de Boca del Río Miguel Ángel Yunes Márquez. Así, el exgobernador poblano busca influir en la sucesión de la entidad, siguiendo los pasos del actual gobernador veracruzano.
Información de la Otra opinión