Aunque hay quienes la ven como gran estratega que asesta “tiros de precisión”, ¡ajá!, en los hechos la gobernadora debería estar ocupada en atender los problemas, la crisis en seguridad y el desbordamiento de rellenos sanitarios, por ejemplo, en lugar de jugar a la sucesión.
Desde septiembre creció el nerviosismo y las ansias sucesorias de la jefa política ante el exceso de reflectores que trae la senadora Ana Lilia Rivera, impulsada por su correligionario, el ex gobernador Álvarez Lima, quien, recordemos, empezó a golpear al lorenismo con aquella mentira de la apertura del candado de endeudamiento que en su gobierno impuso.
Aunque se trató de un embuste, surtió efecto en lo político, no olvidemos que desde el mes pasado Cuéllar empezó a placear a la priísta Beatriz Paredes, primero la colocó en uno los palcos de Palacio de Gobierno, durante el grito de independencia, también ahí estaba su sobrino, Enrique Padilla, con cuenta pública reprobada y daño patrimonial millonario detectado por el OFS.
Luego vino el penoso libro de Tulio Hernández, el primero del serial “Gobernadores” priístas (algo que hay que puntualizar), y que resultó en un burdo plagio; siguió su asistencia para aplaudir la entrega de la presea Tlaxcala, también de la señora Paredes, y seguirá así tratando de contrarrestar las ansias sucesorias de Ana Lilia Rivera, pero, también, de Josefina Rodríguez, la secretaria de Turismo Federal que utiliza la inversión en la prensa nacional para candidatearse.
La realidad es que más que tiros de precisión, se tratan de pelotazos a diestra y siniestra, pero ni se trata de tiro con arco, menos de un juego de futbol, sino del regreso del viejo régimen, ese que repudian pero que es idéntico al PRI hegemónico del siglo pasado, el de las señas y señales, pero, sobre todo, donde solo una decidirá quién gobernara en cada entidad y donde los salientes no tienen siquiera derecho de veto, al tiempo.
POR CIERTO
En eso de las viejas prácticas, el sábado Morena realizó una “asamblea informativa” encabezada por su dirigente nacional, Luisa María Alcalde, un acto de mera simulación, promesas y pasarela.
Para “atiborrar” el Centro de Convenciones, en algunas transmisiones en vivo realizadas en redes sociales, quedó exhibido el gobierno de Cuéllar al mandar a cientos de trabajadores, principalmente de la Secretaría de Educación Pública, ante la evidencia del acarreo, ordenaron eliminar las pruebas, aunque tarde, porque el registró quedó guardado.
En tanto que Ana Lilia Rivera y Álvarez Lima, con tal de aprovechar el aparador político, abandonaron sus obligaciones en el Senado de la República, donde se realizaba la insaculación pública para elegir los cargos que se renovarán en 2025 en el Poder Judicial, como parte de la reforma judicial, que su bancada y gobierno impulsó.
CONDOLENCIAS
Un joven más. El domingo en Tzompantepec fue encontrado sin vida un varón que se reportó como desaparecido apenas el viernes, sus cercanos presumen que fue levantado y, como suele ocurrir, la autoridad no ha detenido a nadie ni ha dado información que permita identificar a los responsables, ello me lleva a recordar el caso del empresario Ángel, del cual, la gobernadora aseguró que tenían “todo” para dar con sus ejecutores, es la fecha que no hay nadie detenido.
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