Estatal

VÍCTIMAS OLVIDADAS

Por Edgardo Cabrera

Cuando le restan dos años y 7 meses a la Triste Historia, las víctimas de delitos se mantienen como los grandes olvidados por el gobierno de la viajera Cuéllar, en su último reporte de la organización Causa en Común, Tlaxcala se ubicó en el 2024 como la entidad con el mayor número de perjudicados por atrocidades cometidas aquí, el estado “más seguro”, como insisten en llamarlo.

En el trágico balance denominado “Galería del horror, atrocidades y eventos de alto impacto 2024”, se contabilizaron mil 256 víctimas de 113 atrocidades, entre ellas, intentos de linchamiento, tortura, mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres.

En contraste, entidades como Baja California Sur, Ciudad de México, Campeche, Yucatán y Durango, rondaron entre 9 y 45 víctimas, Tlaxcala, reiteramos: mil 256.

Hablamos, una vez más, de que las cifras locales y el discurso gubernamental no coincide con la realidad documentada por organizaciones sociales y medios de comunicación, el que Tlaxcala se presuma con la menor incidencia delictiva no suena lógico ante el número de víctimas, el mayor solo en el tema de atrocidades.

A más de la mitad del mandato actual, las víctimas se mantienen despreciadas y los casos se siguen acumulando, basta ver los hechos que ocurren semana a semana.

SIGUE…

La crisis en la red de hospitales IMSS-Bienestar continúa, como fue desde que cerró el año pasado y se acrecentó al iniciar este; de nueva cuenta en Calpulalpan alzaron la voz, ahora fueron residentes que denunciaron jornadas por más de 8 horas y sin que se les dote de alimentos como establece la normatividad.

El asunto es que sino hay comida para pacientes, tampoco para el personal, menos les van a dar a los residentes que se han convertido en los sacrificables ante la escases.

No lo olvidemos, pero los más de mil millones de pesos recortados a salud a Tlaxcala por parte de la federación han dado como consecuencia el desabasto de alimentos, pero también de insumos y medicamentos, será hasta marzo, según lo dicho por la gobernadora Cuéllar, cuando se resuelva el problema, francamente, tengo mis dudas, ya lo veremos. Por lo pronto, trabajadores, practicantes y pacientes tendrán que seguir padeciendo la desafortunada decisión.