De plano que los partidos y sus candidatos no entienden, eso sí, no tardan en echar culpas y quejarse por sus torpezas derivadas de la falta de profesionalismo y planeación. Resulta que el domingo, al cierre del plazo, registraron a la enorme mayoría de aspirantes a presidentes municipales, comunidades y miembros de ayuntamientos.
Tuvieron oportunidad para hacerlo desde el 5 de abril y hasta el domingo 21, pero incluso aquellos que se presumen más experimentados y colmilludos lo dejaron al final, por ello el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones lució abarrotado y con enormes filas, pero eso no impidió que varios hicieran sus actos de celebración propagandística, todo como parte del show político.
El asunto es que eso les podría cobrar costosas facturas, de nuevo, por incumplir con las acciones afirmativas en sus candidaturas, no entregar toda la documentación, o de plano, por errores tan graves como el descuido para firmar todo.
Claro ejemplo es el PRI y sus candidatos a diputados locales que fueron tirados en la mesa, no se les otorgó el registro en cuatro distritos y su lista plurinominal no fue validada, ahora, con todo y la impugnación, están en riesgo de quedarse sin candidatos en caso de que los tribunales ratifiquen los acuerdos del ITE.
ASALTO
Ahora el golpe fue al nuevo partidazo oficial, la delincuencia, esa que niegan una y otra vez en sus discursos chapuceros, se metió a la sede estatal de su partido y se robó equipo de cómputo, pantallas, 20 mil pesos en efectivo y sepa qué más, solamente ellos conocen lo que tenían.
El atraco se dio en Tizatlán, la misma comunidad capitalina donde semanas atrás la diputada Torrejón, hoy aspirante a la alcaldía de Tlaxco por Morena, fue víctima de otro robo, en su caso, la camioneta que utilizaba para trasladarse.
Y ahí no acaba el recuento de personajes del oficialismo golpeados por los malandros, recuerdan el caso del ex director del Icatlax, Lemus, a éste lo despojaron en Totolac de una camioneta de lujo propiedad del gobierno estatal cuando llegaba a su domicilio de madrugada y con unas copitas de más, al menos eso reportaron los uniformados. En su caso, dijo que lo sorprendió un comando armado de motociclistas.
Pero no es lo único, ya son incontables los casos de políticos de todos los partidos que han sido víctimas de atracos con extrema violencia en sus domicilios, comandos que ingresan fuertemente armados, además de robar, propinan golpizas, el último, fue el presidente de Tetlanohcan.
Pues lo que faltaba, la guarida de los morenos fue puesta en la mira y despojada de sus bienes poco preciados, hay que decirlo, porque no son suyos, y aunque el golpe no fue de unos cuantos pesos, el dirigente estatal defendió a su gobierno al decir que “seguimos siendo los más seguros”, ¡imagínense lo contrario!, los hubieran dejado sin ventanas y puertas.
Eso sí, anticipó que formalizará su denuncia ante la Procuraduría General de Justicia, la misma que es incapaz de esclarecer los atracos violentos a políticos y empresarios, por lo que la banda, o las bandas, siguen operando a sus anchas.
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